Cuánto vale estar en la emisora y tener un perfil en la página?
Nada, Es gratis.
Si no vale nada escuchar la emisora, es porque tiene anuncios, ads, comerciales o propagandas?
No, Es Gratis.
Soy un fan y quiero escuchar música, cuánto vale para mí escuchar en la pag?
Nada, Es Gratis.
Si no cobra subscripción, ni tiene ads, porqué es gratis? Cuánto vale sostener la emisora? (también... porqué? y para qué?)
La emisora es gratis porque no quiero que esté supeditada a intereses más allá de los intereses de quienes habitan la emisora.
Los que habitan la emisora, son los proyectos musicales que suenan en la emisora, sus integrantes, productores, agentes, ilustradores, maquilladores, reparadores, ingenieros electrónicos, promotores, roadies, fotógrafos, compañeres de vida, familias, hijes, etc.
Los que habitan la emisora son también oyentes, los casuales que sólo han escuchado una vez, o que escuchan de vez en cuando, metidos, amantes de la música local que sintonnizan un par de veces a la semana, etc...
Ningunos de estos grupos se excluyen, al contrario los hacedores son generalmente los más apasionados oyentes de músicas y por momentos también son oyentes momentáneos indiferentes a sus congéneres que prefieren escuchar de todo menos a sus vecinos... Todo esto es fomentado y bienvenido y hace parte de el ecosistema que habitamos.
También para mostrar porqué es gratis, voy a desglosar los costos de la página durante el 2024:
- El dominio "lacomunidadfantasma.com"
- $ 12 USD Anual
- El software de la emisora
- $ 70 USD Anual
- El Web Building y Web Hosting
- $ 70 USD Anual
El Total anual es de $ 152 USD, (al 9 de Julio del 2024, con el dolar a $4.419 pesos) son $ 671.774 Pesos
Entonces no es que no haya costos, pero son costos que un ciudadano privado como yo puede afrontar (no todos lo pueden, reconozco que en mi situación de privilegio puedo hacerlo), son casi 70 mil pesos al mes, que con gusto invierto en esto.
También hay unos botones de donación en el pie de página que pueden ayudar en un futuro a que la página se sostenga solita, o si se puede, crecer en funciones que presta.
Todavía invierto algo de tiempo en escribir estos escritos, dibujar los dibujitos, crear y paginar las páginas, etc, y los afronto felizmente, no le he puesto a esto un costo y no tengo planes de hacerlo por ahora. (creo que se nota que no paso muchas horas puliendo los dibujos :P )
Yo no vivo de la actividad de la página, tendría la página que generar 10 millones de pesos al mes, para que yo sacara un 15% de eso para yo poder decir que hice un millón y medio a partir de la página. Pero ese no es el plan.
Es decir, sí quiero que entre todos descubramos cómo podrían las bandas y solistas y creadores musicales hacerce 10 millones de pesos al mes! Pero no voy a usar esta página para ser un intermediario más que hace dinero explotando hacedores... explico un poco más en los siguientes párrafos...
Aunque estoy pronunciadamente en contra de iniciativas que socavan la habilidad de hacedores de lograr un sustento reconocible por medio de su quehacer y que premian y dan recompensas monetarias a intermediarios, reconozco que actualmente es parte de las posibles estrategias dentro de un mercado feroz y cobarde.
No llamo cobardes a las estrategias que nos vemos obligados a tomar, las llamo más bien astutas, pero sí reconozco al mercado como devorador, opresor y que beneficia a ciertos actores por encima de los hacedores y reconozco que muchas de las decisiones que toman los hacedores para poder permanecer en el mercado, así sea a pérdida, deben hilar finamente dentro de ese tejido explotador simplemente para luchar por su existencia.
Con esto quiero decir, en vez de eventos públicos, becas, incentivos y estímulos con condiciones laberínticas y cuyos intereses y temáticas vienen pre-establecidas y son en su mayoría reactivas a tendencias (globales y no regionales) que ya son rancias para cuando mesas de juntas las consideran dignas de atención...
Necesitamos espacios donde la misma comunidad tenga participación y en el que la recomepensa comercial no dicte la dirección ni los plazos en los que avanzan cada proyecto.
Me la sueño que no hayan estímulos de creción, ni becas, ni altavoz, sino espacios donde creadores puedan ir a experimentar y constelar con prójimos y foguearse, en vez de tener qué competir a ver quién le cae bien a comfama o a la alcaldía, y salir como si les debiéramos a los intermediarios. Me sueño pregrado gratis y sin límite para los habitantes de la región.
Así los creadores podrían pulir su producto en conjunto con el fogueo con su comunidad y la comunidad participaría activamente con la forja de las artesanías y el arte con el que vive y estaría más y mejor dispuesta a conocer sus funcionamientos internos y a invertir en su crecimiento, y poder dejar atrás festivales gratis que tienen mucho de publicidad para su prestador, pero poco sustento de fondo para el capital cultural y artístico de la región.
Pero cuántas personas que trabajan como intermediarios en la organización de eventos estatales sí pagaron su arriendo a punta de iniciativas culturales? ¿Y cuántos acá pagan su arriendo a punta de la música?
Sé que es difícil para una comunidad saber qué le gusta si no está en contacto con su música y no la ve crecer, difícilmente va a saber qué desea ver y por eso cuando alguien más hace convocatorias y eligen por ellos (por la comunidad) y nos "dan" un concierto, se ve como si fuera un favor (para la audiencia o para los músicos).
Que no lo es, todos lo estamos pagando, se hace con dinero que podría alimentar gente que tiene hambre y no tiene techo. Pero cuántas personas que trabajan como intermediarios en la organización de eventos estatales sí pagaron su arriendo a punta de iniciativas culturales? ¿Y cuántos acá pagan su arriendo a punta de la música?
Podría decirse, "una cosa no quita la otra", pero con modelos como el festival altavoz (y la mayoría de festivales que no son desarrollados por la comunidad misma) la comunidad no tiene más acceso a estos eventos que como momentos turísticos de consumo casuales.
A la comunidad se le da la ilusión de que participa, pero es sólo un fantasma (hey! ese es el nombre de este proyecto investigativo!! Esa es parte de nuestra razón de ser, explorar los espectros que nos espantan desde un aparente más allá que resulta estar mucho más acá de lo que pensamos!)
Muchos de estos eventos todavía tienen códigos del siglo pasado para hacerle una taxonomía a lo actual (no sólo la división por géneros musicales, que bien triste es... ) y sus parámetros no obedecen a las necesidades de los hacedores musicales ni la comunidad.
Se hace en las plazas que se hace porque son las mejores plazas para la comunidad o porque es en las plazas que se puede hacer?
Se hace cuando la comunidad las necesita o sólo cuando se puede hacer? (es decir, su eje es el evento en sí, no la comunidad a la que sirve el evento)
Cómo se eligen las bandas que participan en la versión finalizada del festival?
Sabe toda la comunidad esto, o sólo algunos participantes?
Pasa parecido con servicios en demanda como Spotify: lo que suena se convierte en una cortinilla de fondo mientras cometo otras actividades que producen dinero (generalmente para alguien más), no son algo que se aprecie en sí mismo.
Las plataformas de streaming son aparatos de marketing, un embudo para llevar atención y clicks de un lado a otro, de los artistas más pequeños a los más grandes, los billones de escuchas de grandes artistas (que benefician a disqueras que ganan más que el músico sin haber nunca equivocádose tocando una maraca) son sólo posibles si hay miles de artistas pequeños que formen ese embudo.
Los hacedores se ven compitiendo por la atención de millones de usuarios y compiten en contra de grandes disqueras con grandes aparatos de marketing. Y la cantidad de clicks que debe un proyecto musical tener para que le signifique algún ingreso de capital es desproporcionado con lo que los subscriptores pagan. Spotify (y plataformas de streaming) cerró el año pasado con billones de dólares y ¿cuántos músicos o artistas regionales pagan su arriendo a punta de la música?
Con todo esto mi intención no es plasmar un panorama desolado y desesperanzador de la música actual (que lo es) sino resaltar porqué es importante que haya plataformas en donde los hacedores de música, los creadores, artesanos y artistas puedan darse plaza sin que el resultado comercial sea (o por lo menos no el único) parámetro con que se mide su "éxito".
Si crecemos como hacedores conjuntamente con nuestra comunidad, podemos tomar responsabilidad y tal vez tomarnos el control de cómo funciona la música en nuestra sociedad. Si dejamos que grandes entidades, estatales o privadas intervengan y dicten cómo hacemos y participamos del arte y la cultura... pues en esas estamos. Qué rico ver otras opciones.
Una emisora no es la cura de este mal ni de sus síntomas.
Pero tal vez ayude a visualizar otras opciones.
No digo que vamos a pagar arriendos a punta de música al finalizar el año. Pero por lo menos digo que dejemos de pagarle millonadas a gente sentada en una oficina decidiendo qué nos gusta.